Imagina que estás en tu computadora de la empresa y te llega un correo electrónico de alguien que no conoces. Decides abrir el archivo adjunto sin pensarlo mucho.
Resulta que ese archivo adjunto activa un malware en tu computadora. Este programa cifra todos tus archivos, haciéndolos inaccesibles.
Pocos minutos después, aparece un mensaje en tu pantalla. Te informa que todos tus archivos están cifrados y que para recuperarlos debes pagar un rescate de 100.000 dólares.
En ese momento, te conviertes en la víctima de un ransomware.
¿Qué es el ransomware? Bueno, con esa pequeña historia, creo que ya te haces una idea, pero hagamos una definición clara. El ransomware es un tipo de malware que bloquea el acceso a los datos o dispositivos de una víctima y exige un rescate a cambio de restaurar el acceso.
Origen del ransomware: El primer ransomware conocido fue el “AIDS Trojan”, que apareció en 1989. Se distribuyó en disquetes por correo postal a usuarios de computadoras en todo el mundo. Este malware cifraba los archivos de la víctima y exigía un rescate de 189 dólares en sellos postales para obtener la clave de descifrado.
En los años siguientes, el ransomware se volvió más sofisticado. En 2005, apareció el “CryptoLocker”, que utilizaba un algoritmo de cifrado avanzado y pedía el rescate en Bitcoin. Este fue un éxito financiero para los ciberdelincuentes y marcó un aumento en los ataques de ransomware.
En 2017, llegó el “WannaCry”, que se propagó rápidamente a través de vulnerabilidades en sistemas Windows, afectando a organizaciones en todo el mundo y generando pérdidas millonarias.
En los últimos años, el ransomware ha seguido evolucionando y se ha convertido en una de las principales amenazas cibernéticas. Los ciberdelincuentes utilizan métodos cada vez más sofisticados para distribuirlo.
¿Cómo ganan acceso los ciberdelincuentes? Utilizan diversos métodos como phishing, malware, explotación de vulnerabilidades, fuerza bruta en servidores RDP y credenciales robadas.
Tipos de ransomware: Los principales son el de cifrado y el de bloqueo. El primero cifra archivos y pide rescate por la clave de descifrado, mientras que el segundo bloquea el acceso a dispositivos o sistemas.
Además, existen otros tipos como el de doble extorsión, que cifra archivos y roba datos confidenciales, el de secuestro, que controla sistemas a distancia, y el de minería de criptomonedas, que utiliza recursos de la víctima para minar criptomonedas.
El ransomware de doble extorsión es uno de los más temidos, ya que no solo cifra los datos, sino que también amenaza con publicarlos si no se paga el rescate.
Secuencia del ransomware de doble extorsión: Sigue una secuencia similar al ransomware tradicional, pero con la táctica adicional de extorsionar con la publicación de datos.
Ejemplos recientes de ransomware: Incluyen ataques a PAMI, Boeing, MGM Resorts y GTD, que han causado importantes daños y pérdidas económicas.
Cómo prevenir ataques de ransomware: Se pueden tomar medidas como adoptar una política de seguridad de confianza cero, minimizar la superficie de ataque, eliminar el movimiento lateral, e inspeccionar todo el tráfico. Además, es crucial mantener el software actualizado, implementar políticas de seguridad consistentes y tener un plan de respuesta en caso de ataque.